II. Ejercicio
físico.
En la búsqueda del embarazo muchas veces dudamos si
practicar ejercicio físico por el temor de que esto pueda afectar a nuestra
fertilidad.
Nada más lejos de la realidad, la práctica de ejercicio
físico moderado y regular cuenta con múltiples beneficios. Uno de ellos es que
nos sirve para reducir la grasa corporal y mantener un peso adecuado. Los
niveles de grasa corporal están relacionados con nuestro eje hormonal. Si la
grasa se acumula en exceso o por el contrario no hay la suficiente se originan
trastornos en la producción hormonal, como puede ser la amenorrea consecuente
con la anovulación.
Por otro lado, contribuye a mejorar nuestro estado de ánimo
y a aumentar la sensación de bienestar. El incremento que produce de los
niveles de noradrenalina y de serotonina a nivel cerebral van a ayudar a
reducir la ansiedad y a sentirnos mejor con nosotras mismas.
Ya sabemos que la búsqueda del embarazo puede llegar a
convertirse en una situación muy estresante. En situaciones de estrés los
niveles de cortisol están aumentandos. La actividad física va a reducir dichos
niveles, favoreciendo entonces una respuesta más adecuada del organismo.
¿Cuál es el ejercicio que me viene mejor? Si eres una
persona que no practica ninguna actividad regularmente, puedes comenzar con una caminata de 20-30 minutos diaria, por ejemplo
aprovechando cuando vas a tu lugar de
trabajo o sales del mismo. La idea principal es que incorpores el ejercicio a
tus costumbres para que sea más fácil el practicarlo de forma regular. Pero
evitemos exagerar, ya que el ejercicio excesivo o de alto impacto también puede
afectar a la fertilidad, según se ha puesto de manifiesto en diversos estudios.
Tenemos que tener en cuenta también cuál es nuestro estado
físico y si sufrimos de alguna patología que sea incompatible con la
realización de cierto tipo de ejercicios. Ante cualquier duda, lo más
aconsejables es que consultes con tu médico.
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