Como os contábamos en el artículo de hace dos semana,
¿Cuándo debemos
comenzar a hacer revisiones ginecológicas?
Las revisiones
ginecológicas deben comenzar cuando la mujer empieza a tener relaciones
sexuales o antes en el caso de detectar cualquier problema o síntoma que no nos
parezca normal.
La periodicidad de las revisiones ginecológicas debe establecerse tras una valoración de los factores de riesgo de la paciente.
La periodicidad de las revisiones ginecológicas debe establecerse tras una valoración de los factores de riesgo de la paciente.
En general, se recomienda
una revisión ginecológica al año aunque deberán ser más frecuentes en aquellos
casos en los que se detecte cualquier problema que requiera una atención mayor.
En estas pacientes, el Ginecólogo indicará cuándo debemos hacer un nuevo
control y en qué consistirá el mismo.
En aquellas pacientes en
las que aparezca algún síntoma ginecológico que antes no presentaba, también
deberían consultar con su Ginecólogo antes del año de la última visita.
¿En qué consiste
una revisión ginecológica?
1.- Historia Clínica:
- Antecedentes familiares o personales de interés.
-
Antecedentes reproductivos: número de embarazos,
abortos, tipo de parto. En caso de deseo de gestación: tiempo que se lleva
intentando embarazo.
- Historia menstrual: edad de inicio de la
menstruación, frecuencia, regularidad y cantidad de la misma así como edad de
la menopausia si fuera pertinente.
- Métodos anticonceptivos: si los hubiera o si se
desea información sobre los mismos.
- Presencia de dolor durante la menstruación, el
coito o en otras circunstancias. Intensidad del mismo y necesidad de fármacos
para tratarlo.
- Aumento o cambios en el flujo vaginal: así como
aparición de picor o mal olor.
-
Problemas con las mamas: dolor, aparición de
bultos o secreción por pezón.
2.- Exploración ginecológica:
-
Examen abdominal y pélvico: nos permite saber el
tamaño y las características del útero y ovarios.
- Exploración genital: inspección de la vulva y mediante
la colocación del espéculo, podemos valorar la vagina así como identificar el cuello del útero y si existe
sangrado o flujo vaginal.
- Citología cervical: estudio de la morfología de
las células que se desprenden del cuello del útero. Es un buen método de screening
de lesiones precursoras de cáncer de cérvix.
- Colposcopia: visión directa del cuello uterino
en aquellos casos en los que sea necesario. Posibilidad de tomar muestras del
cerviz.
- Ecografía vaginal o abdominal: valoración de la
anatomía del útero y ovarios. Es el medio de diagnosticar la presencia de
pólipos o miomas uterinos, malformaciones del aparato genital internos, quistes
de ovario, etc.
-
Exploración de las mamas: simetría de las mamas,
presencia de nódulos, lesiones en la piel o secreción por el pezón así como la
presencia de ganglios axilares palpables.
En el caso de que se sospeche la presencia de algún
trastorno específico o si alguna de las pruebas está alterada, el Ginecólogo
ampliará el estudio con otros test como por ejemplo el exudado vaginal,
biopsias, analíticas, especificas, etc
El objetivo principal de las revisiones ginecológicas
es descartar cambios en el aparato genital que puedan indicar riesgo de
desarrollar problemas futuros así como en caso de que así sea, detectarlos de
manera precoz para poder instaurar un tratamiento y un seguimiento adecuados.
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