Hasta hace no muchos años diagnosticábamos con
problema de esterilidad a la pareja que llevaba al menos tres años buscando el
embarazo. Sólo en estas parejas podemos afirmar que las posibilidades de
embarazo de forma natural son realmente escasas. Sin embargo los rápidos
avances que se han sucedido en los últimos años en las técnicas de reproducción
asistida y las altas tasas de éxito que conseguimos con ellas han hecho que
paulatinamente vayamos rebajando ese plazo de tiempo que seguimos considerando
necesario para afirmar que existe un problema de fertilidad. De todos modos los
límites son laxos porque son el resultado de valorar las posibilidades de
embarazo espontáneo sin tratamiento y las posibilidades de embarazo con ayuda
médica.
En general consideramos
razonable una espera de un año. En mujeres jóvenes, de menos de treinta años,
con reglas regulares, especialmente si ya han tenido algún embarazo, aunque no
llegase a término, es prudente dar un plazo mayor, aunque éste no debería ser
superior a los tres años. Por contra, en mujeres mayores de 35 años convendría
adelantar la valoración a los seis meses ya que la fertilidad disminuye con la
edad, especialmente a partir de dicha edad, y los resultados de los
tratamientos también disminuyen año a año cuando se supera esa barrera. Cuando
existen razones para sospechar la existencia de algún problema, los ciclos
menstruales son muy largos e irregulares o no se tiene la regla, conviene
realizar una consulta ginecológica y una valoración exhaustiva de inmediato.
En el caso de esterilidad secundaria, cuando ya
se tiene un hijo previo, los patrones son similares pero matizados por los
antecedentes previos al embarazo anterior, como la existencia de abortos
previos o el tiempo que se tardó en conseguir dicho embarazo, el historial
médico posterior que puede orientar sobre enfermedades posteriores causantes de
esterilidad, o un cambio de pareja posterior a dicho embarazo.
Pide cita aquí y no esperes más.
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