miércoles, 22 de mayo de 2013

LA COCINA DE TAMBRE (DIARIO DE UN BIÓLOGO XXXV)




Accidente en el Laboratorio de Embriología
  
Hace unos días leí con sorpresa y preocupación la noticia de que se habían descongelado los embriones criopreservados en un tanque de nitrógeno líquido, correspondientes a más de 170 parejas.
He de confesar que el hecho me tuvo dando vueltas por la cabeza durante varios días, sin casi poder creérmelo. Sabes que es algo que no quieres ni imaginar que pueda pasar, y sin embargo, ha ocurrido.

No conozco los hechos con exactitud ya que la única información proviene de la prensa, no de una fuente directa y fidedigna, con lo que solamente sé el final: la pérdida de los embriones, pero no el como ni el porqué. Sin embargo, no he entrado en consideraciones morales sobre la naturaleza de los mismos embriones y su destrucción, sino que he pensado en las parejas cuyas esperanzas se depositaban en ellos.  Aquí no hay motivos económicos ni forma alguna de efecto paliativo. En muchos casos, quizás fuera la última posibilidad de conseguir una gestación.

No pretendo con estas reflexiones “ahondar en la herida”. No quiero caer en la tentación de decir que es algo que a nosotros no nos puede pasar (aunque lo crea firmemente). Pero si me siento en la obligación personal de señalar que es algo que no tendría que ocurrir.
La reproducción en un centro público debe equipararse a la que tiene lugar en una unidad privada. Los condicionamientos crematísticos nunca deben ser óbice para la seguridad. Si este hecho viene o no condicionado por tales motivos o es simplemente una negligencia es algo que ignoro, pero que, en el fondo, es lo mismo. Es imprescindible poner los medios adecuados (sistemas de alarmas y control del nitrógeno líquido) para que hechos así no tengan lugar. Porque los pacientes confían en nosotros y en que la custodia de sus embriones está en buenas manos. Y es obligación nuestra demostrarles que eso es cierto, y que contamos con los recursos necesarios para que continúe siendo así.

Publicaciones anteriores del Diario de un Embriólogo.

1 comentario:

  1. ojalá fuera así, ojalá la reproducción asistida en un centro público se equiparara a la que tiene lugar en una clínica privada... pero por desgracia no, no es así.

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