Una de las
utilidades más importantes de la congelación de semen, es poder criopreservar
muestras de pacientes quienes por diferentes motivos, deben someterse a
tratamientos de quimioterapia , radioterapia o cirugía.
La finalidad
es poder hacerlo ANTES del inicio de alguno de estos tratamientos, ya que suelen
causar pocos meses después de su inicio azoospermia (ausencia de
espermatozoides en semen) transitoria o permanente.
Entre aquellos
que recuperen la capacidad de producir espermatozoides, es probable que tengan
muestras de semen con bajos parámetros de concentración, movilidad y morfología
espermática.
Cuando
un paciente viene a nuestro centro a criopreservar semen por éste motivo, es
importante saber cuando va a iniciar el tratamiento médico. De tal manera que
sabemos los días que dispone el paciente para recoger 1 o varias muestras de
semen.
En principio, si va a congelar
semen más de una vez porque dispone de tiempo, es recomendable que guarde una
abstinencia entre 3-5 días para cada día que obtiene muestra. Si por motivos de
tiempo, no se dispone de tantos días previos al tratamiento médico, el varón
podría recoger muestras a diario, puesto que lo más importante y prioritario es
criopresevar espermatozoides, sea mayor o menor su concentración en las
muestras de semen recogidas.
El
objetivo final de todo este proceso es que al final del mismo, el varón disponga
de varias dosis seminales criopreservadas. Ante la incertidumbre de conocer si
el varón recuperaría o no su capacidad de producir espermatozoides, estas dosis congeladas le permitirían en un
futuro realizar varios tratamientos de reproducción asistida.
La
última modificación de la Ley
de Reproducción Asistida (45/2003) contempla que estas muestras podrán
conservarse durante toda la vida del paciente, sin la limitación a 5 años que existía antes de dicha
modificación.
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