martes, 1 de abril de 2014

Las uvas retardan el envejecimiento


Según el libro Comida Antienvejecimiento, de Carmen Centeno Díaz y Jesús A.F. Tresguerres, responsable de la Unidad de Calidad de Vida en Clínica Tambre, la velocidad de envejecimiento es distinta para cada individuo, ya que el proceso de deterioro no se corresponde siempre con la edad cronológica de las personas. La carga genética influye en parte en la velocidad del envejecimiento, pero en mayor medida la forma de vida.


 La alimentación y el ejercicio representan los dos pilares que mejoran las funciones fisiológicas del organismo, e incluso pueden hacer reversibles las funciones que se han deteriorado con los años. Asimismo, los hábitos dietéticos e, igualmente, el ejercicio, influyen sobre los elementos oxidantes e inflamatorios del organismo para convertirse en protectores (antioxidantes y antiinflamatorios).


Todo ello contribuye a establecer las bases de tratamientos antienvejecimiento, que incluyen una dieta sana, ejercicio moderado, suplementos alimentarios, etc.
Los autores de Comida Antienvejecimiento nos aconsejan recoger en nuestra dieta antioxidantes naturales, como el resveratrol procedente de las uvas, además de realizar ejercicio moderado, reducir la ingesta de proteínas animales y de grasas saturadas; sin olvidar aumentar los omega 3 antiinflamatorios, para así retardar la velocidad del envejecimiento.



En definitiva, recordad la necesidad de disminuir las proteínas y de proporcionar antioxidantes a la dieta. ¡Añadid vida a los años, en lugar de años a la vida!

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