miércoles, 10 de abril de 2013

LA COCINA DE TAMBRE (DIARIO DE UN BIÓLOGO XXXII)





Diagnóstico genético preimplantacional

¿Cómo les voy a decir esto ahora?
Me acaban de comunicar del laboratorio de genética el resultado de un DGP (diagnóstico genético preimplantacional): ninguno de los embriones analizados es cromosómicamente normal, por lo que no se podrá hacer la transferencia.
Pienso en la gran ilusión de esta pareja: ella es portadora de una alteración cromosómica que no le impide quedar embarazada, pero cuando lo hace, aborta. Ya ha sucedido en tres ocasiones, antes de venir con nosotros y realizarle el estudio que dio como resultado esta anomalía, responsable de los abortos.
Cuando les hablamos de esta técnica, que aunque no es nueva, es de las más recientes, se les abrió un cielo de esperanza en medio de todo el sufrimiento que hasta ahora habían tenido que soportar: 3 abortos no debe de ser fácil de sobrellevar. Les explicamos que se haría una Fecundación in vitro con microinyección, y que cada uno de sus ovocitos maduros se microinyectaría con un espermatozoide de su marido. Después, cuando los embriones tuvieran entre 6 y 8 células (a las 48 horas), extraeríamos una célula de cada embrión, y de ahí su núcleo, para analizar el contenido genético y conocer cuáles de todos los embriones generados eran normales cromosómicamente para poder así realizar la transferencia y, si había varios, criopreservarlos.
Como es una mujer joven, y en principio se observó que podía tener una buena respuesta (como así fue, ya que se obtuvieron 12 ovocitos), las posibilidades aumentaban. A veces hemos tenido pacientes en las mismas o parecidas circunstancias con 2 ó 3 ovocitos en total. Pero bueno,  incluso así, han conseguido la gestación.
Pero en este caso, la mala suerte ha querido que ninguno de los embriones analizados (y eran 8 embriones de buena calidad), fuera apto.
He intento convencerme a mí misma: estas cosas pasan, se puede intentar otra vez, no hay que desesperar…Pero me pongo en el lugar de ellos, y me cuesta mucho trabajo.
Estas son las noticias que odio dar. Y es cierto que aún hay posibilidades si intentamos otro ciclo. Pero este momento será otro para añadir a la carga de sus tristezas.

Publicaciones anteriores del Diario de un Embriólogo.

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