miércoles, 16 de mayo de 2012

¿Qué ocurre con los embriones en el laboratorio?





Son observados todos los días. 

Desde el momento en que vemos que los ovocitos están fecundados, tienen un seguimiento diario, para poder determinar el tipo de evolución que están llevando a cabo.

El primer día deben mostrar signos de fecundación, estos aparecen tras 16-19 horas de la introducción del espermatozoide en el óvulo. Por desgracia, en este día no tenemos mucha información que dar a los pacientes, salvo la de saber si los ovocitos/óvulos han fecundado o no, y si lo han hecho, que haya sido de la forma adecuada. Para ello, nos fijamos en la aparición del pronúcleo femenino junto al del masculino, que no es más que la visualización del núcleo del ovocito/óvulo y del espermatozoide antes de unirse.

Tras esto, dejamos a los zigotos (los ovocitos/óvulos fecundados) descansar en los incubadores tranquilamente hasta el día siguiente. Pasadas esas 24h, volvemos a observarlos al microscopio esperando ver que los embriones hayan iniciado su división, y así poder empezar a clasificarlos, ya que, nuestro método de clasificación, se basa en el nº de células y grado de fragmentación que tiene cada embrión dependiendo del día en el que nos encontremos. Según el día de cultivo, es decir, el nº de día tras la punción en el que nos encontremos, los embriones deben presentar un nº de células u otro. Al dividirse las células pueden dejarse “olvidados” trozos  de citoplasma sin incorporar a las células que quedan entre ellas, esto nos dará un grado de fragmentación, que va desde 1 hasta el 5, siendo el embrión de grado 1 el que mayor poder de implantación posee y el 5 en el que menor.

Por tanto, nuestra clasificación se basa en características morfológicas, que es lo que nosotros podemos ver al microscópio. Puede ocurrir que embriones que nosotros cataloguemos como de buena calidad no implanten, y no den lugar a un embarazo. O por el contrario,  embriones con criterios de mala calidad si produzcan un embarazo. También es importante saber, que aunque nosotros clasifiquemos los embriones  de mala calidad, nada tiene que ver, si conseguimos embarazo, con que le pase algo malo al bebé o que éste sea de “mala calidad”

Así, el segundo día los embriones tienen que encontrarse en un estadio de entre 2-4 células, y el tercero de entre 6-8 células. Seguramente, uno de estos dos días seleccionaremos los mejores embriones para su transferencia al útero de la paciente. Ese mismo día, puede ser que congelemos otros embriones que tengan la calidad suficiente para ser congelados, porque aquellos que no la posean,  tienen muy pocas probabilidades de poder superar el gran estrés que supone el proceso de congelación y descongelación.

Los embriones que no eran de buena calidad el día de la transferencia, y que no se han transferido ni congelado...¿qué ocurre con ellos? ¡¡¡¡Se quedan en “observación”!!!! Por supuesto, no nos olvidamos de ellos y seguimos durante 3 o 4 días más observándolos y mimándolos, con la esperanza de que lleguen al estadio de blastocisto y pueden ser vitrificados. Lamentablemente, esto no ocurre con mucha asiduidad, porque cada embrión nos muestran desde el principio su tendencia, y que normalmente se confirma con el paso de los días, aunque alguna vez nos sorprenden gratamente, y podemos darles la alegría a los pacientes de que tenemos una oportunidad de otra transferencia, si fuera necesaria.

Por último, hay que tener en cuenta que no todos los embriones son iguales y que por eso no se desarrollan de la misma forma. Son el resultado de la unión de un espermatozoide y un ovocito/óvulo diferentes entre ellos, y que por tanto, el resultado a la fuerza tiene que ser distinto. No podemos pensar que si los embriones que dejamos en observación no evolucionan bien, los que hemos transferido lo harán de la misma forma.

         Así que tranquilos, porque vuestros embriones siempre están vigilados.


Nuestro Laboratorio de Embriología

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