Son observados todos los días.
Desde
el momento en que vemos que los ovocitos están fecundados, tienen un
seguimiento diario, para poder determinar el tipo de evolución que están
llevando a cabo.
El
primer día deben mostrar signos de fecundación, estos aparecen tras 16-19 horas
de la introducción del espermatozoide en el óvulo. Por desgracia, en este día
no tenemos mucha información que dar a los pacientes, salvo la de saber si los
ovocitos/óvulos han fecundado o no, y si lo han hecho, que haya sido de la
forma adecuada. Para ello, nos fijamos en la aparición del pronúcleo femenino
junto al del masculino, que no es más que la visualización del núcleo del
ovocito/óvulo y del espermatozoide antes de unirse.
Tras
esto, dejamos a los zigotos (los ovocitos/óvulos fecundados) descansar en los
incubadores tranquilamente hasta el día siguiente. Pasadas esas 24h, volvemos a
observarlos al microscopio esperando ver que los embriones hayan iniciado su
división, y así poder empezar a clasificarlos, ya que, nuestro método de
clasificación, se basa en el nº de células y grado de fragmentación que tiene
cada embrión dependiendo del día en el que nos encontremos. Según el día de
cultivo, es decir, el nº de día tras la punción en el que nos encontremos, los
embriones deben presentar un nº de células u otro. Al dividirse las células
pueden dejarse “olvidados” trozos de
citoplasma sin incorporar a las células que quedan entre ellas, esto nos dará
un grado de fragmentación, que va desde 1 hasta el 5, siendo el embrión de
grado 1 el que mayor poder de implantación posee y el 5 en el que menor.
Por
tanto, nuestra clasificación se basa en características morfológicas, que es lo
que nosotros podemos ver al microscópio. Puede ocurrir que embriones que
nosotros cataloguemos como de buena calidad no implanten, y no den lugar a un
embarazo. O por el contrario, embriones
con criterios de mala calidad si produzcan un embarazo. También es importante
saber, que aunque nosotros clasifiquemos los embriones de mala calidad, nada tiene que ver, si
conseguimos embarazo, con que le pase algo malo al bebé o que éste sea de “mala
calidad”
Así,
el segundo día los embriones tienen que encontrarse en un estadio de entre 2-4
células, y el tercero de entre 6-8 células. Seguramente, uno de estos dos días
seleccionaremos los mejores embriones para su transferencia al útero de la
paciente. Ese mismo día, puede ser que congelemos otros embriones que tengan la
calidad suficiente para ser congelados, porque aquellos que no la posean, tienen muy pocas probabilidades de poder
superar el gran estrés que supone el proceso de congelación y descongelación.
Los
embriones que no eran de buena calidad el día de la transferencia, y que no se
han transferido ni congelado...¿qué ocurre con ellos? ¡¡¡¡Se quedan en
“observación”!!!! Por supuesto, no nos olvidamos de ellos y seguimos durante 3
o 4 días más observándolos y mimándolos, con la esperanza de que lleguen al
estadio de blastocisto y pueden ser vitrificados. Lamentablemente, esto no
ocurre con mucha asiduidad, porque cada embrión nos muestran desde el principio
su tendencia, y que normalmente se confirma con el paso de los días, aunque
alguna vez nos sorprenden gratamente, y podemos darles la alegría a los pacientes
de que tenemos una oportunidad de otra transferencia, si fuera necesaria.
Por
último, hay que tener en cuenta que no todos los embriones son iguales y que
por eso no se desarrollan de la misma forma. Son el resultado de la unión de un
espermatozoide y un ovocito/óvulo diferentes entre ellos, y que por tanto, el
resultado a la fuerza tiene que ser distinto. No podemos pensar que si los
embriones que dejamos en observación no evolucionan bien, los que hemos
transferido lo harán de la misma forma.
Así que tranquilos, porque vuestros
embriones siempre están vigilados.
Nuestro Laboratorio de Embriología
Nuestro Laboratorio de Embriología
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