Siguiendo con el tema de la calidad embrionaria y la
selección de embriones para transferir, hoy me ha preguntado una paciente por
el “EmbryoScope” y si disponíamos de este sistema en nuestro laboratorio.
¿Qué es el EmbryScope?
Es un incubador de última generación, que nos permite
observar la evolución del embrión desde el momento de la fecundación (ya que
lleva incorporado un sistema de captación de imágenes), hasta el de la
transferencia al útero de la paciente.
¿Qué ventajas ofrece el EmbryoScope ?
El EmbryoScope, si lo comparamos con los sistemas tradicionales de incubación, presenta dos grandes ventajas. La primera es que ya no es necesario sacar los embriones del incubador para observarlos. La segunda es que disponemos de mucha más información de cada embrión.
Ahora mismo, muchos centros disponen de este sistema de incubación, con el mensaje generalizado de que su utilización mejora las tasas de embarazo. Lo cual no es cierto.
En la Clínica siempre nos hemos caracterizado por tener los últimos adelantos tecnológicos, ya que nuestro jefe, el Dr. Caballero no ha escatimado recursos para mejorar nuestros resultados o la calidad de nuestro servicio (como así lo demuestra la tecnología que poseemos). Sin embargo, la utilización del EmbryoScope se presenta más como un sistema de marketing que como un elemento necesario para mejorar los resultados.
¿Por qué se dice que el EmbryoScope mejora las tasas de embarazo?
La tasa de embarazo depende en gran medida de la calidad embrionaria. El EmbryoScope consigue una incubación más estable. Al no tener que extraer los embriones del incubador, no hay cambios en la temperatura ni en la humedad del cultivo. Además, disponemos de mucha más información del embrión y podemos detectar anomalías morfológicas, que antes se nos escapaban. Los ritmos de división celular han mostrado ser un buen marcador para predecir las posibilidades de implantación de un embrión.
¿Por qué realmente no las mejora?
Aunque ciertamente, sacar los embriones del incubador puede afectar su temperatura y por lo tanto al desarrollo de los mismos sí se realiza adecuadamente por embriólogos expertos y con control de dicha temperatura en todo momento, los embriones no se verán afectados. En condiciones normales solo hay que sacar los embriones del incubador dos veces. En cualquier caso, hay que sacarlos del incubador para cambiarlos de medio de cultivo en función del estado en que se transfieran los mismos.
Por otra parte, también es cierto que podemos detectar más anomalías morfológicas que con la visión habitual, pero ¿qué hacemos si únicamente tenemos embriones con anomalías morfológicas? Los que poseen este sistema han confesado que los transfieren de todas formas. Igual ocurre con el ritmo de división celular. Entonces, ¿para qué nos sirve?
¿De qué sirve observar continuamente unos embriones si al final vamos a transferir lo mismo que si no los observáramos?
Finalmente, decir que un sistema que está aún en fase de experimentación, y del que no hay casuística suficiente publicada para demostrarlo, aumenta las tasas de gestación, es una temeridad. O, en el mejor de los casos, es no atenerse enteramente a la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario