viernes, 20 de enero de 2012

Diagnóstico – Consecuencias psicológicas


Ana y Fernando llevaban ya más de un año intentado quedarse embarazados sin éxito. Empezaron a buscar con toda la ilusión del mundo
pero como iban transcurriendo los meses y no lograban su objetivo
decidieron que era hora de consultar con un profesional.
Su salud era buena, se sentían jóvenes, nada les hacía sospechar que tras verse sometidos a distintas pruebas el diagnóstico fuera un problema de infertilidad, así que en ese momento sintieron como si el mundo se les cayera encima.

Cuando una pareja es diagnosticada de infertilidad/esterilidad se produce una auténtica crisis vital. En otras palabras, se encuentran ante un problema inesperado, para el que no se estaba preparado y del que en un principio se carece de soluciones que indiquen como actuar.

El shock emocional producido por la noticia fue poco a poco reemplazado por sentimientos de negación, tristeza, temor, incredulidad, inquietud y culpa. La infertilidad es algo que le ocurre a otras parejas, pensaban, ¿cómo es posible que nos esté pasando a nosotros?

La ocultación que en muchos casos se hace del problema hace que las parejas se sientan solas y únicas. Al mismo tiempo, se produce un cambio en las creencias previas; Ana y Fernando pensaban que podrían ser padres en cualquier momento y, sin embargo aparece ante ellos una época de incertidumbre que implica un cambio en la forma de vida que han llevado hasta el momento.

Desde la Unidad de Psicología ofrecemos, entre otros, apoyo y asesoramiento en estas primeras fases del proceso para ayudaros a Recuperar un adecuado control emocional que os permita manejar las distintas situaciones que se os van a ir planteando.

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